El secretario del Tesoro británico George
Osborne ha
anunciado la creación del impuesto Google,
consistente en gravar con un 25% los
beneficios de las
multinacionales que "desvían" la
facturación de su actividad económica hacia países como Luxemburgo o Irlanda
en operaciones de planificación fiscal dentro del territorio europeo.
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Es evidente que
el impuesto va especialmente dirigido a compañías como Google, Amazon, Facebook
o Apple. Esta nueva tasa pone de manifiesto que la obligación de pagar
Impuestos en Europa para éstas empresas es básicamente orientativa, cuando
existen alternativas de reducir la factura fiscal tan drásticamente como el llamado “Doble Irlandés”.
Osborne aseguró que el nuevo marco fiscal
pretende preservar la condición del Reino Unido como polo de atracción de
empresas tecnológicas, pero dentro de un sistema "más justo" para el
contribuyente: "Cualquiera que abuse de
nuestro sistema fiscal está abusando en el fondo del pueblo británico".
El secretario
del Tesoro británico reconoció los pasos dados en los últimos meses por Dublín,
que ha decidido declarar también la guerra a la evasión de impuestos (por las
presiones de la Unión Europea) y acabar con el así llamado "doble
irlandés", que permitía crear una sociedad en el país vecino con
ramificaciones a paraísos fiscales para reducir la factura impositiva.
Al parecer el Impuesto entrará en vigor en
el 2.015, y es una auténtica llamada de atención al resto de Gobiernos
Europeos, que una vez tras otra insisten en la dificultad de evitar las
operaciones de planificación fiscal dentro del territorio europeo. Según el
Secretario de Tesoro británico no es tan difícil.